
Se me apago el sueño europeo el día en que acabe durmiendo en un trastero.
Mi mochila de planes trazados aun estaba empacada, pero el estuche verde donde una madrugada de decepciones guarde todos mis ahorros para escapar, hacia rato que ya había entregado su ultimo aliento.
Expiraron entonces mi fe, mi orgullo. Los recogí de su esquina olvidada para que no estorben y junto al cadáver de mi amor propio los enterré en aquel lugar, donde para tormento mio deambulan vivos mis esfuerzos, mis noches, mis cansancios, mis hambres y todo lo afanado y trabajado debajo del sol.
Me mire al espejo y comprendí, observe mi imagen y acepte que había perdido.
Entonces recordé:
Que una mañana de un día cualquiera tome la decisión de partir.
Mi princesa dormía en la cuna, aquella noche en la estacion llovia.
Deje el cuarto donde un día descubrí el amor en manos de una vecina llamada Mariana.
Deje el balcón, deje mi luna.
Deje la calle chica con su arbol.
Deje la ventana de Ingrid, el patio de Karyna.
La cancha donde con Eduardo, pucho, Otto y borrego jugábamos todos los días a patear un balón.
Deje mi ausencia y el ayer lo lleve conmigo. Me quede con ellos y me encuentro solo.
Ahora que me halle, ahora que me rescato de mi mismo, ahora que este camino señalado me lleva a esta primera hoja, espero llegar a mi puerto, a mis metas, a mi destino.
Las velas están desplegadas, hace un buen tiempo, el viento esta a mi favor, lucho, corro, sueño....
No hay comentarios:
Publicar un comentario