lunes, 7 de diciembre de 2009

Milonga


Siento interrumpir la cena señorita tempestad.
Quería tan solo decirte que soy feliz por los dos.
Confesarte, con la ironía que te aprendí
que una huella muy tuya
es lo que queda en esta alma tan vacía.
No me niegues que has sido despiadada
tu mi musa insatisfecha.
¿Se la chupas también en el cine?
¿Es tan pervertido como yo?
Y cada vez que te lo tiras
¿Recuerdas que juraste amarme para siempre?
La cruz que me hiciste llevar
ha dejado de pesar
y el dolor al igual que la lluvia
desaparece cuando sale el sol.
¿Tienes paz?
¿Estas bien sin mi?
Cuando la lengua de otras se claven en mi garganta
espero que lo sientas tu.
¿Lo sientes?
Aquí el imbécil que te acaricio fui yo
y estoy para recordártelo
mi maestra pervertida.
Ya no mientas.
Yo no fingiré estar muy bien.
Cuando hinques tus garras en su espalda y lo abraces
no le jures que lo amaras hasta morir,
porque sigues viva
¿Verdad?

Anoche mientras llovia...


Una noche moribunda, sin luna, sin inspiración.
Una musa que se niega aparecer.
Unas palabras que perecen de frió.
Un corazón gris que se duele de soledad.
Un amor que se niega a morir
suplica su sitio
en el cementerio de los sueños perdidos.
Me quedo con tu compañía Beatriz,
con tus manos blandas
y con la duda
de si eres una señora que peca de liviana
o una liviana que juega a ser señora.
Me quedo con Cristi que confía en amar y ser amada
y contigo Luz que aun sueñas en ser princesa.
Mi dama, mi niña... Sigues sin aparecer.
Estoy empezando a odiar tu fantasma.
Odio todas las razones de necesitarte,
odios mis ganas,
me odio a mi.






jueves, 13 de agosto de 2009

" Una mañana".


Se me apago el sueño europeo el día en que acabe durmiendo en un trastero.
Mi mochila de planes trazados aun estaba empacada, pero el estuche verde donde una madrugada de decepciones guarde todos mis ahorros para escapar, hacia rato que ya había entregado su ultimo aliento.

Expiraron entonces mi fe, mi orgullo. Los recogí de su esquina olvidada para que no estorben y junto al cadáver de mi amor propio los enterré en aquel lugar, donde para tormento mio deambulan vivos mis esfuerzos, mis noches, mis cansancios, mis hambres y todo lo afanado y trabajado debajo del sol.
Me mire al espejo y comprendí, observe mi imagen y acepte que había perdido.

Entonces recordé:
Que una mañana de un día cualquiera tome la decisión de partir.

Mi princesa dormía en la cuna, aquella noche en la estacion llovia.

Deje el cuarto donde un día descubrí el amor en manos de una vecina llamada Mariana.

Deje el balcón, deje mi luna.
Deje la calle chica con su arbol.

Deje la ventana de Ingrid, el patio de Karyna.

La cancha donde con Eduardo, pucho, Otto y borrego jugábamos todos los días a patear un balón.

Deje mi ausencia y el ayer lo lleve conmigo. Me quede con ellos y me encuentro solo.

Ahora que me halle, ahora que me rescato de mi mismo, ahora que este camino señalado me lleva a esta primera hoja, espero llegar a mi puerto, a mis metas, a mi destino.

Las velas están desplegadas, hace un buen tiempo, el viento esta a mi favor, lucho, corro, sueño....